MOLINO DE CORRALEJO – MOLINO DE DOMINGO ESTÉVEZ

El Molino de Domingo Estévez se encuentra presidiendo una placeta en Corralejo, concretamente entre las calles Pizarro, Isaac Peral y Baja del Mejillón. Aquí ha permanecido desde finales del siglo XIX, cuando se construyó.

El lugar elegido por Domingo Estévez Rodríguez, para levantar su molino, era un tablero de jable, el mejor lugar del pueblo para que las aspas del molino pudieran captar la fuerza de los vientos alisios, constantes por la zona casi todo el año.

Este molino de Corralejo es un molino de viento tradicional, elaborado de manera artesanal.

Es de planta circular, de desarrollo troncocónico y tiene dos plantas de alzada. Es uno de los molinos harineros más pequeños que existen en Fuerteventura.

En el piso inferior se almacenaba el grano y se guardaban las herramientas y los útiles que empleaba el molinero. Mientras que en el piso superior se encuentra la maquinaria de molturación. Para acceder al piso superior se utiliza una escalera de madera colocada en el exterior. 

Coronando el molino se encuentra una cubierta cónica de madera, bajo la que se sitúan la rueda dentada con su eje, el husillo y las aspas.

La orientación del rotor de aspas hacia los vientos dominantes se realizaba por medio de un eje o timón de madera, que se sitúa en el extremo opuesto del rotor de aspas y que posibilita el giro de 360º de la cubierta cónica.

El Molino de Domingo Estévez cuenta con cuatro aspas de madera, sobre la que se ponían tablas de madera rectangulares, de diferentes tamaños que hacían de velas, y se encajaban en unos pernos de madera. El número de tablillas que se colocaban o quitaban, era a voluntad, e iban en función de la cantidad de viento que hiciera en cada momento. Cuanto menor fuese la fuerza del viento más tablillas había que colocar para poder mover la maquinaria de molturación del molino.

La maquinaria de molturación del molino de Domingo Estévez estaba elaboraba principalmente de madera, aunque también contaba con piezas de hierro, configurando un complejo engranaje, cuya función era multiplicar la fuerza del giro de las aspas y transmitirla a la piedra móvil, o moliente y producir la molienda.

Las aspas, impulsadas por la fuerza del viento hacían girar una rueda dentada que, a su vez, movía un carrete circular llamado husillo. Éste enlazaba con la piedra moliente, a través de un eje metálico incrustado en una pieza rectangular de hierro, llamada lavija, adherida a la cara interna de esta muela. El eje transmitía el movimiento a la muela superior, haciéndola girar sobre la inferior, produciendo la trituración del grano.

El proceso de molienda se realizaba vertiendo el grano en la tolva, de aquí pasaba a la canaleja, que lo conducía hasta las muelas. La harina o gofio resultante caía al piso inferior, donde se recogía en sacas y costales

El Molino de Domingo Estévez quedó en desuso a finales de los años 70 del siglo XX unos años antes que lo hicieran otras dos molinas de Corralejo, la de Manolo Hierro, y la de Juan Morera. En los años 80 la familia de Domingo Estévez vendió el molino, y tras varios propietarios llegó a manos del belga Beckelar. Posteriormente el ayuntamiento de la oliva adquirió el solar, donde se asienta el molino, y junto con el Cabildo de Fuerteventura restauraron este molino para uso y disfrute de todos los majoreros y curiosos que vienen a visitar este rincón de Corralejo.

Fuente: MOLINO DE DOMINGO ESTÉVEZ

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