Fuerteventura, conocida como la joya del archipiélago canario por sus espectaculares playas, alberga rincones de belleza natural inigualable, y entre ellos destaca el encantador pueblo costero de La Lajita, ubicado al este del municipio de Pájara. Rodeado por el imponente paisaje del barranco del Tarajal de Sancho, este pintoresco pueblo, que durante años ha sido centro de actividades agrícolas, ganaderas y pesca artesanal, se erige como un tesoro oculto que combina tradición con desarrollo sostenible.
A pesar del notable desarrollo urbano experimentado en las últimas décadas, impulsado en parte por el crecimiento turístico de Costa Calma a tan solo 12 km de distancia, La Lajita ha logrado preservar su autenticidad y encanto costero. Las antiguas viviendas mantienen su estructura, y sus playas, especialmente la Playa de La Lajita, continúan siendo un refugio tranquilo para aquellos que buscan una experiencia genuina y relajada en Fuerteventura.
La Playa de La Lajita: Un oasis de tranquilidad
La Playa de La Lajita es mucho más extensa de lo que parece a primera vista. Detrás de un pequeño escarpe rocoso al oeste del pueblo, se despliega la otra mitad de la playa. En total la playa de La Lajita tiene una longitud de 915 metros y una anchura media de 20 metros. Este oasis de serenidad ofrece un refugio alejado de las multitudes turísticas, convirtiéndolo en la elección perfecta para aquellos que buscan una experiencia única en la isla.
La playa, compuesta por arena negra y callaos, está enmarcada por los impresionantes acantilados de la punta de La Lajita al este y la punta de El Chupadero al oeste, creando un telón de fondo único que cautiva a quienes la visitan.
Con una afluencia limitada de visitantes, la Playa de La Lajita garantiza una costa impecable en un ambiente relajado y auténtico. Ideal para aquellos que desean pasar un día lejos del bullicio. Ofrece servicios básicos para que tengas una experiencia marítima satisfactoria, proporcionando la cantidad justa de comodidades sin comprometer su encanto natural.
¿Qué ver cerca de la playa de la Lajita?
Más allá de la serenidad marina, la plaza de La Lajita, situada justo detrás de la playa, se erige como el centro neurálgico de la localidad. Este espacio multifuncional alberga diversas actividades, desde encuentros comunitarios hasta celebraciones religiosas. La iglesia de La Lajita, dedicada a Nuestra Señora de la Concepción, se destaca como un icono indiscutible de este enclave.
Junto a la iglesia, un parque infantil invita a la risa y la diversión de los más pequeños, creando un ambiente acogedor y familiar. La presencia de una cancha de bola canaria añade un toque de tradición local, permitiendo a los visitantes sumergirse en la rica herencia de este juego ancestral canario.
La plaza del pueblo se transforma en un auténtico festín para los sentidos, ofreciendo una diversidad de opciones gastronómicas exquisitas. Restaurantes que destacan por su riqueza culinaria se entrelazan con el aroma del mar y la brisa fresca, creando un ambiente gastronómico inigualable.
Entre las opciones, destaca Casa Ramón, un lugar que va más allá de la simple comida. Aquí, los sabores auténticos del pescado fresco, el susurro del oleaje cercano y las vistas panorámicas se combinan para crear un entorno excepcional, ideal para disfrutar de una velada memorable en compañía de seres queridos.
Aunque La Lajita puede parecer limitada en cuanto a actividades, su proximidad al Oasis Wildlife Park añade un atractivo adicional para los amantes de la aventura (Entradas al Oasis Park). Este parque temático no solo ofrece espectáculos emocionantes con animales, sino también la oportunidad de sumergirse en experiencias únicas de interacción con la vida silvestre. Una visita a este apasionante parque puede transformar la serenidad de La Lajita en una emocionante conexión con la naturaleza y la asombrosa biodiversidad de Fuerteventura.
