Morro Jable, ubicado en el sur de Fuerteventura, es un destino turístico que despierta la admiración de visitantes gracias a sus playas paradisíacas y su costa majestuosa. Sin embargo, más allá del sol y el mar, esta localidad esconde tesoros culturales, y entre ellos destaca la imponente Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, un edificio que se erige como un mirador privilegiado sobre un escarpe rocoso.
La historia de esta iglesia se remonta a 1997, cuando la ermita de San Miguel resultó insuficiente para albergar a los fieles que participaban en los actos litúrgicos. El Ayuntamiento de Pájara cedió un terreno que anteriormente albergaba una depuradora, y el proyecto, concebido por el estudio “Hermenegildo Domínguez y Asociados”, se materializó con la inauguración al culto en el año 2003.
La Iglesia de Nuestra Señora del Carmen no es solo un lugar de culto; es un complejo arquitectónico que incluye la iglesia con su torre, un centro social y una plaza con atrio. Estos elementos, dispuestos en distintos niveles, aportan una fuerte individualidad y distribución al conjunto, destacando su presencia en el espacio y creando una conexión visual con la cercana ermita de San Miguel y el extenso mar que se despliega hacia el horizonte.
La singularidad de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen se manifiesta en su diseño, que evoca la imagen de un buque lanzándose al mar desde una elevada plataforma o encallando en la tierra. Esta metáfora visual cobra mayor significado al observar la espadaña de su torre, que alberga una campana con una historia fascinante: la Campana de Cofete.
En lo alto del campanario de la iglesia de Morro Jable, esta pequeña y discreta campana oculta una historia cautivadora. En 1937, durante la Guerra Civil, una espectacular tormenta azotó la península de Jandía, dando lugar a un inusual repicar de campanas en el pueblo de Cofete. Un pescador descubrió una boya gigante en la Playa de Cofete, que al ser abierta reveló la campana. Con la inscripción “St. John. N.B. 1929. Mc Avity”, se determinó que la boya procedía de Canadá y su función era alertar a los barcos sobre nieblas en el mar.
La campana fue trasladada a Cofete y, más tarde, a la ermita de San Miguel en Morro Jable, donde se colgó para tocarla en las festividades de San Juan. Sin embargo, debido a su deterioro, fue llevada a un taller en 2003 para su restauración y posterior instalación en la torre de la nueva iglesia de Nuestra Señora del Carmen.
El interior de la iglesia de Morro Jable ofrece un amplio espacio con una cubierta de casetones de hormigón armado que mitiguan la reverberación del sonido. La luz natural se filtra a través de las vidrieras del presbiterio, donde la cantera rojiza de Arucas en Gran Canaria adorna el altar y la pila bautismal. Dos esculturas destacan: un Cristo Resucitado en el altar mayor y la Virgen del Carmen, patrona del templo, con manto elaborados por el hábil artesano Francisco Herrera.
La Iglesia de Nuestra Señora del Carmen no solo representa un lugar de culto, sino también un símbolo cultural y arquitectónico que enriquece la experiencia de quienes exploran las maravillas de Morro Jable. Desde su imponente mirador, la iglesia contempla el mar, guardiana de historias y misterios que se entrelazan con la rica cultura de este rincón del sur de Fuerteventura.